Comenzar a liderar personas puede resultar un desafío porque más allá de tener los conocimientos técnicos para dirigir, planificar y supervisar la tarea de los miembros del equipo, se necesita adquirir habilidades conectadas a la escucha y comprensión de las motivaciones de los otros, aprender a atender las diferencias en la manera de analizar e interpretar las situaciones de cada persona, entender lo que convoca a cada uno para estar involucrado en la consecución de resultados, etc. Y todo esto, es un aprendizaje que requiere el conocimiento de técnicas y herramientas que se irán integrando con la práctica.